La elegante y espaciosa Aula Pablo VI el Vaticano se transformó por unos instantes en un sencillo y cálido gran salón parroquial.
Allí el Papa habló de la Navidad y recordó que significa dos cosas. Que Dios viene a la tierra para estar cerca de cada uno y de cada una y que viene para traer un regalo muy especial: el perdón.
FRANCISCO
'Esto tenemos que aprenderlo porque somos testarudos. No aprendemos esto. ¿Quién es más grande Dios o el pecado? ¿Quién? No estáis convencidos. No escucho bien. Dios. Y Dios es capaz de vencer al pecado más grande? ¿También al pecado más vergonzoso? ¿También el pecado que... es terrible, el peor de los pecados, es capaz de vencerlo?'
Francisco añadió que Dios es especialista en curar a cristianos tristes, desanimados y abatidos por las durezas del camino.
FRANCISCO
'Yo no espero nada. Todo se ha terminado para mí. Un cristiano que no es capaz de mirar hacia el horizonte con esperanza. Y delante de su corazón solo hay un muro. Pero Dios destruye estos muros con el perdónâ?.
Este fue el último encuentro público del Papa con los peregrinos antes de su cumpleaños el sábado. Por eso se respiraba un ambiente especial.
FRANCISCO
'Os agradezco a todos las felicitaciones por mi próximo cumpleaños. Muchas gracias. Pero os diré una cosa que os hará reír...En mi tierra, felicitar el cumpleaños con anticipación trae mala suerteâ?.
Francisco cumplirá 80 años el sábado y no tiene previstas celebraciones especiales: cumplirá con el resto de encuentros de su agenda y celebrará una misa con los cardenales residentes en Roma.
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