Los robots más avanzados tienen capacidad de aprender, de completar tareas e incluso de 'soñarâ?, como es el caso de 'DeepMindâ? de Google. Sin embargo, según los científicos, lo que aún no consiguen hacer es aplicar los recuerdos de sus experiencias para planear el futuro.
La Pontificia Academia de Ciencias está celebrando esta conferencia sobre el poder y las limitaciones de la Inteligencia Artificial para comprender cómo los progresos afectan a la sociedad y a la dignidad de los seres humanos.
DEMIS HASSABIS
Google DeepMind, Co-fundador
'Es la segunda que vengo. Parece que la Iglesia está muy interesada en estas cuestiones, y eso es genial porque creo que deberíamos tener este debate en una escala más amplia. Una de las cosas que más me entusiasman es usar la Inteligencia Artificial para avanzar en medicina y en ciencia. Me gusta considerar estos sistemas como herramientas que permitan mayores progresos. Quizá un día ayudará a la sociedad en cuestiones más amplias, como el clima y la políticaâ?.
El profesor John Donoghue ya ha medido este impacto en la medicina. Asegura que la Inteligencia Artificial está ayudando a recuperar algo de movilidad a personas que han sufrido un ictus o que han tenido lesiones de médula espinal. Explicó que completan el sistema nervioso con una especie de piezas de recambio que recogen las señales cerebrales y permiten a la persona completar la tarea.
Sin embargo, este aumento de las posibilidades abre también nuevos interrogantes.
PROF. JOHN DONOGHUE
Wyss Centro de Bio y Neuroengineering
'Quizá no pasa nada si eres un 80 por ciento humano y un 20 por ciento máquina, pero ¿qué ocurre cuando eres un 20 por ciento humano y un 80 por ciento máquina? Estos son nuestros dilemas. Son preguntas complejas que no hemos resuelto. Ahora es el momento de tener este tipo de discusiones, antes de que tengamos la capacidad; ahora podemos pensar en sus implicaciones en el futuroâ?.
Sin embargo, aunque la Inteligencia Artificial se aplique a muchas esferas del ser humano, hay algo que siempre distinguirá a los humanos de las máquinas: el alma.
DOMINIQUE LAMBERT
Universidad de Namur (Bélgica)
'Las máquinas pueden ser muy importantes pero si sustituyen al ser humano se plantean nuevas cuestiones éticas y antropológicas. Hay ciertas tareas y decisiones morales que no pueden ser realizadas por la máquina. Por eso es importante subrayar el lugar único de los seres humanos en la inteligencia artificial '.
A pesar del rápido progreso en la inteligencia artificial, los científicos dicen que están muy lejos de conseguir equiparar la inteligencia humana con la memoria de los robots, y sobre todo, la capacidad de distinguir el bien del mal o el sentido común que acompaña a cada persona en su conciencia.
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