Durante su homilía en Casa Santa Marta el Papa habló de la resistencia al cambio. Dijo que hay resistencias fuera y resistencias dentro de cada uno. Explicó que la clave para superarlas está en la actitud que se adopta ante ellas.
FRANCISCO
'Yo os diré que no tengáis miedo cuando cada uno de vosotros, cada uno de nosotros, encuentre que en su corazón hay resistencias. Pero decirlo claramente al Señor: â??Mira, Señor, yo trato de cubrir esto, de hacer esto para no dejar entrar tu Palabraâ??. Y decir esto tan bello, ¿no?: 'Señor, con gran fuerza, socórreme. Que tu gracia venza las resistencias del pecadoâ?. Las resistencias son siempre un fruto del pecado original que nosotros tenemos. ¿Es feo sentir resistencias? No, ¡es bello! Lo feo es tomarlo como defensa contra la gracia del Señor. Tener resistencias es normal; es decir: Soy pecador, ¡ayúdame Señor!â?.
Francisco concluyó advirtiendo contra otro peligro: el 'gatopardismoâ?, el aceptar cambios pero solo de fachada, nada por dentro.
EXTRACTOS DE LA HOMILíA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
'Estas resistencias escondidas, que todos tenemos, ¿de qué naturaleza son? Siempre vienen para detener un proceso de conversión. ¡Siempre! Es detener, no es luchar contra. ¡No, no! Es estar detenido; sonreír, tal vez, pero tú no pasas. Resistir pasivamente, de modo escondido. Cuando hay un proceso de cambio en una institución, en una familia, escucho decir: â??Pero, hay resistencias allíâ?¦ ¡Pero gracias a Dios! Porque si no estuvieran, la cosa no sería de Dios. Cuando están estas resistencias es el diablo el que las siembra allí, para que el Señor no vaya adelanteâ?.
'Decir sí, todo sí, muy diplomáticamente; pero es â??no, no, noâ??. Tantas palabras: â??Sí, sí, sí; ¡cambiaremos todo! ¡Sí!â??, para no cambiar nada, ¿no? Allí está el â??gatopardismoâ?? espiritual: aquellos que dicen a todo sí, pero que es todo no. Es la resistencia de las palabras vacíasâ?.
'Yo les diré que no tengan miedo cuando cada uno de ustedes, cada uno de ustedes, encuentra que en su corazón hay resistencias. Pero decirlo claramente al Señor: â??Mira, Señor, yo trato de cubrir esto, de hacer esto para no dejar entrar tu palabraâ??. Y decir esta palabra tan bella, ¿no? 'Señor, con gran fuerza, socórreme. Que tu gracia venza las resistencias del pecadoâ?. Las resistencias son siempre un fruto del pecado original que nosotros tenemos. ¿Es feo tener resistencias? No, ¡es bello! Lo feo es tomarlo como defensa contra la gracia del Señor. Tener resistencias es normal; es decir: â??Soy pecador, ¡ayúdame Señor!â??. Preparémonos con esta reflexión a la próxima Navidadâ?.
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