En vísperas de la Jornada Mundial contra el SIDA, el Papa ha pedido a los gobiernos y a la sociedad que no olviden a las víctimas más pobres.
FRANCISCO
'Millones de personas conviven con esta enfermedad, pero sólo la mitad tienen acceso a terapias para salvar su vida. Invito a rezar por ellos y por sus familiares, y a promover la solidaridad para que también los más pobres puedan beneficiarse de diagnósticos y tratamientos adecuados. Pido además que todos adopten comportamientos responsables para prevenir una mayor difusión de esta enfermedad'.
Mientras que en Occidente el Sida puede tratarse y convertirse en enfermedad crónica, en África los pacientes no pueden pagar los fármacos antirretrovirales, los únicos eficaces para contener el avance del virus.
De ellos se ocupan muchas instituciones católicas. En algunos países de África la Iglesia atiende a la inmensa mayoría de los pacientes. Por ejemplo, la comunidad de San Egidio, a través de su programa Dream, les entrega gratis fármacos antirretrovirales y realiza cientos de programas de educación sanitaria.