Regina no se esperaba un viaje a Roma tan redondo. Estuvo en las últimas grandes ceremonias del jubileo y, sobre todo, nunca se iba a imaginar que este momento llegaría.
REGINA
'Yo estaba en la fila de los discapacitados y en eso veo que el Papa empieza a bajar y comienzo a gritar como loca: ¡Papa! ¡Papa! Obviamente yo empecé a llorar como loca. Una emoción muy grande la verdadâ?.
Este saludo se produjo al terminar la Misa de clausura del Año Santo. Aunque Regina, como mexicana, también pudo ver al Papa en su propio país cuando lo visitó en febrero.
Allí, como todos los que siguieron el viaje, una de las escenas que más le impactó fue la visita de Francisco al hospital Federico Gómez.
REGINA
'La verdad es que el Papa a mí me impresionó mucho. Es el más humano que he conocido. Me impresionó mucho cuando fue a México y se paró ante una niña que tenía cáncer y le cantó el Ave Maríaâ?.
La clausura del Jubileo ha dejado en Regina un sabor especial, inolvidable. Como a tantas otras personas para los que Francisco ha traído un pedazo de Cielo a sus pies.
JRB
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