En su homilía en Casa Santa Marta, el Papa Francisco criticó a quienes solo piensan en el dinero. Aseguró que éste puede arruinar las vidas de las personas.
FRANCISCO
'Es triste ver a un sacerdote que llega al final de su vida, está en agonía, está en coma y los sobrinos como buitres allí, viendo qué pueden aferrar. Sean valerosos, sean valientes. Hagan elecciones. Dinero suficiente, lo que tiene un trabajador honrado, el ahorro suficiente, lo que tienen un trabajador honrado. Pero buscar los intereses no es lícito, esto es una idolatríaâ?.
Francisco invitó a los catolicos a vivir la gracia de la pobreza cristiana, pues esta es la única capaz de dar la verdadera alegría.
RESUMEN DE LA HOMILíA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
'El Señor Dios, la casa del Señor Dios que es casa de oración. El encuentro con el Señor, con el Dios del amor. Y el señor-dinero, que entra en la casa de Dios, siempre trata de entrar. Y estos que cambiaban el dinero o vendían cosas, alquilaban aquellos puestos, ¡eh!: a los sacerdotesâ?¦ a los sacerdotes les alquilaban, después enterraba el dinero. Éste es â??el señorâ?? que puede arruinar nuestra vida y nos puede conducir a que terminemos mal nuestra vida, incluso sin felicidad, sin la alegría de servir al verdadero Señor, que es el único capaz de darnos la verdadera alegríaâ?.
'El pueblo de Dios tiene una gran intuición, tanto para aceptar, en el hecho de canonizar como en el de condenar â?? porque el pueblo de Dios tiene capacidad de condenar â?? perdona tantas debilidades, tantos pecados a los sacerdotes; pero hay dos que no puede perdonar: el apego al dinero, cuando ve al sacerdote apegado al dinero, no perdona eso, o el maltrato a la gente, cuando el sacerdote maltrata a los fieles: esto el pueblo de Dios no puede digerirlo, y no lo perdona. Las otras cosas, las otras debilidades, los otros pecadosâ?¦ sí, no están bien, pero pobre hombre, está solo, es estoâ?¦ y trata de justificar. Pero la condena no es tan fuerte y definitiva: el pueblo de Dios ha sabido comprender esto. El estado de señor que tiene el dinero y lleva a un sacerdote a ser patrón de una empresa o príncipe, o podemos ir hacia arribaâ?¦â?.
'Es triste ver a un sacerdote que llega al final de su vida, está en agonía, está en coma y los sobrinos como buitres allí, viendo qué pueden aferrar. Denle este deleite al Señor: un verdadero examen de conciencia. â??Señor, Tú eres mi Señor ¿o esto â?? como Raquel â?? este â??terafínâ?? escondido en mi corazón, este ídolo del dinero?â??. Y sean valerosos, sean valientes. Hagan elecciones. Dinero suficiente, lo que tiene un trabajador honrado, el ahorro suficiente, lo que tienen un trabajador honrado. Pero el interés no es lícito, esto es una idolatría. Que el Señor nos dé hoy a todos nosotros la gracia de la pobreza cristianaâ?.
'Que el Señor nos dé la gracia de esta pobreza de obrero, de aquellos que trabajan y ganan lo justo y no pretenden másâ?.