Cuando el Papa Francisco viajó a Albania hace casi dos años, el testimonio de los sacerdotes y religiosas que vivieron bajo la opresión del férreo régimen comunista le dejó sin palabras.
38 de los que no sobrevivieron a las torturas y murieron víctimas del odio a la fe han sido declarados mártires y pronto serán beatificados.
MONS. ANGELO MASSAFRA
Arzobispo de Shkodí«r (Albania)
'En el grupo de los 38 el último fue asesinado en el 74 porque había hecho un bautizo a escondidas. Pero este sacerdote también fue traicionado. Por eso le fusilaron. Todos, antes de ser asesinados, gritaron '¡Viva Cristo Rey!, como en México. Dijeron: '¡Viva Cristo Rey!, ¡viva Albania!, y ¡viva el Papa!
Serán beatificados en grupo y en Albania. Se trata del fraile franciscano Vicente Prennushi, arzobispo de Durrís, y 37 personas asesinadas por odio religioso entre 1945 y 1974.
MONS. ANGELO MASSAFRA
Arzobispo de Shkodí«r (Albania)
'En el grupo hay dos obispos y también sacerdotes, religiosos jesuitas y franciscanos, y cuatro laicos, entre ellos una mujer. Uno de los hombres, antes de morir, dijo 'Yo muero inocente. Perdono a quien me ha acusado y a quien me asesina. Esta es la riqueza de estos grandes mártires, y también de los sacerdotes que vivieron bajo el comunismo, porque ninguno buscó vengarse contra quienes les habían torturado'.
Tras vivir bajo el fascismo italiano y el dominio nazi, Albania sufrió cuarenta años de dictadura comunista, que parecía empeñada en borrar la fe. Tanto fue así que en 1967 se proclamó como el primer Estado ateo del mundo.
Algunos de estos 38 mártires fueron fusilados. Otros murieron en la cárcel y otros a consecuencia de brutales torturas.
Se ha demostrado que todos murieron perdonando a sus verdugos, sin rencor, y pronunciando el nombre de Dios con el último hilo de vida que les dejaron.