El Papa visitó a los niños de la casa de acogida 'Villagio SOSâ? de Roma en su viernes de la misericordia. Francisco se contagió de la energía positiva que desprendían y no pudo evitar sonreír durante toda la visita.
Los niños, que no terminaban de creerse que el Papa Francisco había ido a visitarles, lo tomaron de la mano para enseñarle las instalaciones.
Viven en una de las cinco casas de acogida que tiene 'Villagio SOSâ? junto con otros niños y una 'madreâ? que cuida de ellos para que vivan en un ambiente positivo y familiar.
El Papa se sentó a merendar dulces y galletas con todos. Incluso uno quiso compartir su chupa chups con él.
El Papa también saludó a los empleados y voluntarios del centro y los bendijo. Antes de marcharse, Francisco quiso despedirse de sus anfitriones de la tarde y besó con ternura en la cabeza a cada uno de los niños.
AG / AQ
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