Entre los siete nuevos santos que canonizará el Papa el domingo está el mártir francés Salomón Leclercq, de la congregación de los Hermanos de La Salle.
Se hizo religioso en 1767, en vez de trabajar en la próspera empresa de su familia. Se encargó de enseñar matemáticas en una escuela, y fue también maestro de novicios.
H. ROBERT SCHIELER
Superior, Hermanos de La Salle
'Es un gran honor para nosotros, pero también nos recuerda lo que supone vivir nuestra fe cristiana. Es la pregunta que nos hacía nuestro fundador: '¿Estás listo, si es necesario, a dar la vida por tus alumnos?'â?
Cuando la Revolución Francesa estalló en 1789 primero se llevó por delante a la monarquía y luego se cebó con la Iglesia. En aquel entonces, muchos hermanos de la congregación huyeron de la casa central, pero Salomón Leclercq se quedó allí para custodiarla. Por eso, el 15 de agosto de 1792 fue apresado por revolucionarios.
Lo llevaron a un antiguo monasterio carmelita convertido en prisión. El 2 de septiembre lo decapitaron en esta escalera, por negarse a jurar fidelidad a la Constitución Civil del Clero, con la que renegaba de la Iglesia y del Papa.
H. ROBERT SCHIELER
Superior, Hermanos de La Salle
'Como hicieron otros en aquella época, si hubiera prestado juramento a la Constitución, se habría salvado. Pero había entregado su vida desde joven, y estaba dispuesto a morir por defender su fe y su entregaâ?.
Salomón Leclercq es el santo número 160 de esta congregación. Robert Schieller dice que para los actuales 4.000 hermanos de La Salle, este santo es un modelo de servicio a las personas y de fidelidad a la entrega también en tiempos de prueba.
MB/JMB
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