'Emigrantes menores de edad, vulnerables y sin vozâ?. Es el contundente título del mensaje del Papa con vistas a la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado del próximo 15 de enero.
Francisco pone el acento en el drama de la migración forzosa que incide, aún más si cabe, en los niños y los jóvenes.
CARD. ANTONIO MARIA VEGLIí?
Presidente, Pontificio Consejo Migrantes e Itinerantes
'Los niños, a diferencia de los mayores, no tienen voz. Los niños no tienen poder. ¿Cómo pueden defenderse? Es un problema dentro del problema de la migración. El Papa, justísimamente, ha querido subrayar este aspecto para que nuestra conciencia se abra, para que sea sensible a este problemaâ?.
El Papa pide que se implementen 'las medidas necesarias para que se asegure a los niños emigrantes la protección y defensaâ? porque pueden caer en redes de explotación sexual o laboral o incluso ser reclutados como niños soldado.
Las guerras en Siria, Yemen o Afganistán, la presencia del ISIS en Irak, la inestabilidad en Libia, Etiopía o Eritrea han propiciado un movimiento migratorio no visto desde la II Guerra Mundial. De los 65 millones de refugiados que hay en el mundo, la mitad son niños.
CARD. ANTONIO MARIA VEGLIí?
Presidente, Pontificio Consejo Migrantes e Itinerantes
'Son cifras que asustan y que la gente desconoce, primero, porque no quiere saber y, segundo, porque muchas veces los periódicos no hablan de elloâ?.
Más de 3.500 personas han muerto en el Mediterráneo en lo que va de año intentando alcanzar las costas europeas, muchos de ellos son niños. Sin embargo la Comunidad Internacional mira hacia otro lado ante el drama. En este mensaje el Papa le pide un compromiso 'para acabar con los conflictos y la violencia que obligan a las personas a huirâ?.
CARD. ANTONIO MARIA VEGLIí?
Presidente, Pontificio Consejo Migrantes e Itinerantes
'Muchos países de la Unión Europea, no todos, pero sí algunos, se han mostrado muy egoístas, muy cerrados en sí mismos. ¿Qué han hecho? En lugar de tratar de acoger han construido muros. Han dicho a los refugiados: '¡Marchaos!â?. '¿Dónde?â?, se preguntaban. Y la respuesta ha sido: 'No sé, no es asunto nuestroâ?. Así no se resuelven los problemasâ?.
Por eso, Francisco pide a los Estados que, en lugar de impedir la entrada de estos niños y sus familias o mandarlos de vuelta a los países de origen, se favorezca su integración en los países de acogida. Recuerda además que 'nadie es extranjero en la comunidad cristianaâ? porque 'el fenómeno de la emigración forma parte de la propia historia de la salvaciónâ?.
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