Durante su homilía en Casa Santa Marta, el Papa recordó la historia de Job y sobre todo cómo rezaba a Dios incluso cuando no atravesaba buenos momentos.
FRANCISCO
'Es la oración de llamar a la puerta, ¡pero con fuerza! â??Señor, estoy lleno de desventuras. Mi vida está al borde del infierno. Estoy entre aquellos que descienden a la fosa, soy como un hombre ya sin fuerzasâ??. Cuántas veces nos sentimos así, sin fuerzasâ?¦ Y ésta es la oración. El mismo Señor nos enseña a rezar en estos momentos feos. â??Señor, me has echado en lo profundo de la fosa. Pesa sobre mí tu furor. Que mi oración llegue hasta Tiâ??. Ésta es la oración: así debemos rezar en los momentos más feos, más oscuros, de mayor desolación, más aplastados, que precisamente nos aplastan. Esto es rezar con autenticidad. Y también desahogarse como se desahogó Job con sus hijos. Como un hijoâ?.
Francisco invitó a los católicos a rezar más cuando atraviesen situaciones difíciles, ya que esto significa rezar con autenticidad.
HOMILíA DEL PAPA EN ESPAí?OL
(Fuente: Radio Vaticano)
Job vive una gran 'desolación espiritualâ? y de deshago ante Dios. Es el desahogo de un 'hijo ante el padreâ?. Así se comporta también el profeta Jeremías quien se desahoga con el Señor. Pero ambos jamás blasfeman:
'La desolación espiritual es algo que nos sucede a todos nosotros: puede ser más fuerte, más débilâ?¦ Pero aquel estado oscuro del alma, sin esperanza, difidente, sin ganas de vivir, sin ver el fin del túnel, con tanta agitación en el corazón y también en las ideasâ?¦ La desolación espiritual nos hace sentir como si tuviéramos el alma aplastada: no logra, no logra, y tampoco quiere vivir: â??¡Es mejor la muerte!â??. Es el deshago de Job. Mejor morir que vivir así. Nosotros debemos comprender cuando nuestro espíritu se encuentra en este estado de tristeza extendida, que casi no hay respiración: a todos nosotros nos sucede esto. Fuerte o no fuerteâ?¦ A todos nosotros. Entender qué sucede en nuestro corazónâ?.
'Es la oración de llamar a la puerta, ¡pero con fuerza! â??Señor, estoy lleno de desventuras. Mi vida está al borde del infierno. Estoy entre aquellos que descienden a la fosa, soy como un hombre ya sin fuerzasâ??. Cuántas veces nos sentimos así, sin fuerzasâ?¦ Y ésta es la oración. El mismo Señor nos enseña a rezar en estos momentos feos. â??Señor, me has echado en lo profundo de la fosa. Pesa sobre mí tu furor. Que mi oración llegue hasta tiâ??. Ésta es la oración: así debemos rezar en los momentos más feos, más oscuros, de mayor desolación, más aplastados, que precisamente nos aplastan. Esto es rezar con autenticidad. Y también desahogarse como se desahogó Job con sus hijos. Como un hijoâ?.
'Primero: reconocer en nosotros los momentos de la desolación espiritual, cuando estamos en la oscuridad, sin esperanza, y preguntarnos por qué. Segundo: rezar al Señor como nos enseña hoy la liturgia con este Salmo 87 en el momento de la oscuridad. â??Que mi oración llegue a ti, Señorâ??. Y tercero: cuando yo me acerco a una persona que sufre, tanto por enfermedad como por cualquier tipo de sufrimiento, pero que es propio de la desolación, silencio; pero silencio con tanto amor, cercanía, caricias. Y no hacer razonamientos que al final no ayudan, sino que incluso le hacen malâ?.
'Oremos al Señor â?? concluyó Francisco â?? para que nos dé estas tres gracias: la gracia de reconocer la desolación espiritual, la gracia de rezar cuando nosotros nos encontremos sometidos a este estado de desolación espiritual, y también la gracia de saber acompañar a las personas que sufren momentos feos de tristeza y de desolación espiritualâ?.
(Radio Vaticano)
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