El sábado, en la Sala Clementina del Vaticano, el Papa se reunió con las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia, quienes se dedican al cuidado de enfermos en los hospitales.
Les pidió que continúen trabajando a pesar de las dificultades y les dio las gracias. Dijo que son un signo concreto de cómo se expresa la misericordia de Jesús.
FRANCISCO
'Ante la debilidad de la enfermedad no pueden existir distinciones de estatus social, raza, lengua y cultura. Todos nos convertimos en débiles y nos debemos confiar a los demás'.
El Papa recordó a Teresa Orsinia Doria Pamphili, una laica italiana de origen noble que instituyó la congregación a principios de siglo XIX.
FRANCISCO
'La Iglesia siente como deber y responsabilidad propia el estar cerca de cuantos sufren y vosotros dedicáis vuestra vida sobre todo al servicio de hermanos y hermanas que están hospitalizados'.
Al concluir el Papa recordó a las religiosas que su cercanía a Jesús, a los débiles y a los enfermos es el verdadero pilar de su fuerza, lo que las ayuda a perseverar en su trabajo a pesar del desánimo o las dificultades.