Más de 40 miembros de la tribu africana de Fontem, Camerún, viajaron hasta Roma para celebrar los 50 años de la llegada del movimiento focolar a su país. Acudieron a la Ciudad Eterna vestidos con brazaletes de marfil, coloridas ropajes y sombreros.
Cuatro generaciones de Bangwa han vivido los cambios que llevó la fundadora del movimiento focolar, la italiana Chiara Lubich. Llegó a Camerún en los años 60 con una misión: enseñarles que las mujeres deben ser tratadas con respeto e igualdad.
CHRISTINE ASONG
Reina de Fontem
'Mi tribu está llena de mujeres. Son ellas las que cocinan; y es la mujer quien va a las granjas y trae la comida; también es ella quien cuida de los bebés. Hacían estas cosas todos días y además solas. Con las enseñanzas de Chiara sobre el amor recíproco, amarse los unos a los otros como Jesús nos ama, los hombres se han dado cuenta de que deben amar y valorar a las mujeres porque también son seres humanosâ?.
Asegura que tras la visita de Chiara Lubich a su país, los hombres han adoptado un papel más activo en la vida familiar y en lugar de esperar a que les sirvan la comida, ayudan a sus mujeres.
Los jefes de la tribu han participado en este peregrinaje hasta Roma para recordar y agradecer este trabajo.
CHRISTINE ASONG
Reina de Fontem
'En todo Fontem estamos preparando algo especial para darle las gracias a Dios por habernos mandado a Chiara. Gracias mama Chiara por haber venido a ayudar a nuestra genteâ?.
La forma de integrar el sentido de la fraternidad y el amor de esta tribu son valores que también transmite el Papa Francisco. De hecho tuvieron la oportunidad de hablar con él sobre estos temas.
FON OF FONJUMETAW
Presidente de los Fon amigos de los Focolares
'Estar cerca del Santo Padre y oírle hablar del honor, el perdón y de dar me hizo recordar la espiritualidad del movimiento focolar. Regreso a casa lleno de esperanza, les transmitiré a todos el mensaje del Papa Francisco: que hay que perdonar y dar. Quiero devolver a la gente de mi ciudad el amor, la paz y la unidadâ?.
Los jefes de Fontem hablaron de los cambios que el movimiento focolar ha supuesto para ellos. Aseguran que no solo se trata de cambios por dentro, pero también por fuera. También ha ayudado a mejorar la situación en hospitales y colegios. Todos ellos, aseguran, han sido posibles gracias a un incremento de la paciencia y el amor de cada miembro de la tribu.
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