Tras la fumata blanca, Francisco aceptó la propuesta y nombró a ocho consejeros justo un mes después de su elección, el 13 de abril de 2013.
ANDRÉS BELTRAMO
Vaticanista, Notimex
'Como el Papa de alguna manera el Papa se ha sentido desde el principio la llamada a ser un reformador específicamente de la Curia Romana, necesitaba un grupo con una visión distinta, una visión fuera, para ver los defectos y los errores y proponer los cambios'.
Les pidió dos cosas: ayuda para reformar la Curia Vaticana, y ayuda para gobernar la Iglesia en los asuntos que él mismo les consultara.
Unos meses más tarde, al grupo de ocho cardenales se unió el nuevo secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.
En el grupo están:
el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, de Honduras;
el cardenal Francisco Javier Erráuriz, de Chile;
el cardenal Sean Patrick O'Malley, de Boston;
el Cardenal Reinhard Marx, de Munich;
el cardenal Laurent Monsengwo, de la República Democrática del Congo;
el cardenal Oswalds Gracias, de Bombay;
el Cardenar George Pell, secretario para la Economía;
y el Gobernador del Estado Vaticano Giusseppe Bertello.
Actúa como coordinador y secretario el obispo italiano Marcello Semeraro.
ANDRÉS BELTRAMO
Vaticanista, Notimex
'Es un organismo donde el Papa va rumiando las grandes decisiones del Pontificado, que es un filtro que le sirve al Papa justamente para que haya una captación, una recopilación de informaciones muy amplia, porque él solo no podría tener toda esta visión paralela y periférica de todas las opiniones que hay en torno a las cuestiones que se deben hacer en el gobierno de la Iglesia católica'.
Aunque las decisiones las debe tomar el Papa, sus consejos han sido decisivos para avanzar en la reforma de la Curia.
También gracias a ellos nació un departamento para la prevención de abusos sexuales en la Iglesia, se modificó la organización económica del Vaticano y se puso en marcha la reforma de los medios de comunicación.
Pero lo más importante es que como proceden de muchos lugares, estos 9 cardenales consiguen que el Papa tenga más canales de comunicación, ya que hasta ahora la información relevante le llegaba sólo a través de la Secretaría de Estado.