Fue uno de sus gestos de misericordia de los viernes. El Papa visitó una casa de la Comunidad Papa Juan XXIII en la que viven 20 mujeres liberadas de la esclavitud de la prostitución.
Proceden de Rumanía, Albania, Nigeria, Túnez, Italia y Ucrania. Muchas de ellas cargaban con sus bebés en brazos. Durante más de una hora relataron al Papa las terribles experiencias por las que han pasado: Desde constantes violaciones a amenazas de muerte, a ellas o a sus familias. Por eso, en este lugar preservan sus identidades.
Francisco, muy conmovido, les pidió perdón por todos los hombres que les han provocado este sufrimiento.
FRANCISCO
'Hoy os pido perdón a todas vosotras. Por todos los cristianos, los católicos, que han abusado de vosotras. Y también perdón de mi parte, por no haber rezado lo suficiente por vosotras y por esta esclavitudâ?.
Después las abrazó tiernamente y las bendijo una a una.
Al marcharse se produjo un momento simpático cuando los vecinos de la puerta de enfrente salieron para ver a Francisco. No podían creerse que el propio Papa estuviera en su edificio y le saludaron así, con una emoción incontenible.
AC
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