Al terminar una intensa jornada más en Polonia, el Papa Francisco se asomó de nuevo al balcón del arzobispado de Cracovia.
Resumió este viernes como un 'día de dolor'. Por la mañana visitó el campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. Por la tarde un hospital infantil con muchos niños gravemente enfermos y también compartió con los jóvenes el rezo del Via Crucis.
Planteó a los peregrinos que le esperaban en la calle una intensa pregunta que le suscitó su visita al campo de concentración.
FRANCISCO
'¡Cuánto dolor!, ¡cuánta crueldad! ¿Cómo es posible que nosotros, los hombres creados a semejanza de Dios seamos capaces de hacer estas cosas?
También les explicó que, por desgracia, la crueldad de Auschwitz sigue presente en el mundo.
FRANCISCO
'Hoy existe esta crueldad. No decimos 'sí, la hemos visto hace 70 años'. Como morían fusilados, golpeados o con el gas. Hoy en tantos lugares del mundo donde hay guerra sucede lo mismo. Jesús ha venido por esta realidad. Para llevarla a sus espaldas y nos pide que recemos. Recemos por todos los 'Jesús' que hay en el mundo'.
Rezó junto a los peregrinos por todas las personas encarceladas, torturadas o que son víctimas de las guerras.
Después les pidió que no se olviden tampoco de rezar por él.