Esta misa marcó el comienzo oficial de la Jornada Mundial de la Juventud. Estuvo presidida por el cardenal Stanislaw Dziwisz, al que ya acompañaron miles de jóvenes en el campus Blonia de Cracovia. El arzobispo de la ciudad dio así la bienvenida a los peregrinos de todo el mundo.
Las reliquias de San Juan Pablo II y de Santa Faustina Kowalska estuvieron en el altar durante la ceremonia. Tambien las del beato italiano Pier Giorgio Frassati, beatificado por Juan Pablo II y a quien el Papa definió como un modelo para la juventud. Los tres son los patronos de esta JMJ.
En su homilía, el cardenal polaco pidió a los jóvenes que escuchen la voz del Papa Francisco durante estos días. Tambien les invitó a recordar las enseñanzas de Juan Pablo II para que abran las puertas a Cristo.
El cielo cubierto y la lluvia no asustaron a los jóvenes peregrinos que mostraron su entusiasmo durante toda la celebración.
Se trata de una Jornada Mundial de la Juventud muy especial porque se celebra precisamente en la tierra del Papa que promovió estos encuentros mundiales de jóvenes. ;
Por eso, la impronta de San Juan Pablo II estará muy presente durante estos días en Cracovia, la ciudad en la que vivió y trabajó durante 40 años y de la que tambien fue su arzobispo.
Mañana llegará el Papa Francisco sobre las cuatro de la tarde. El domingo clausurará esta trigesimo primera Jornada Mundial de la Juventud con una misa en la que anunciará que ciudad del mundo albergará la próxima.
AC
CTV
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