Después de casi 20 años en Roma, el Colegio Venezolano, cierra. Es un triste reflejo de la precariedad que atraviesa Venezuela. Ya no es posible mantenerlo ni siquiera un año más.
P. CARLOS BOULANGER
Rector, Colegio Venezolano
'En Venezuela hay un férreo control de cambio. No hay fácil disponibilidad de divisas y las mismas son sumamente onerosas. Si calculamos hoy en día la mensualidad de un alumno en este colegio, equivale a 50 salarios mínimos al mes. Es algo bastante difícil de poder sostener para la economía venezolanaâ?.
Este es el aspecto que presenta el colegio que es la casa donde completan su formación los sacerdotes del país. Faltan pocos días para su cierre definitivo y solo queda el padre Carlos, su rector, que custodia las instalaciones y ultima la clausura.
Las pertenencias de sus habitantes, los libros, la ropa del hogar y lo que era parte de su vida cotidiana reposa en esta sala. Han sido unos meses muy difíciles para los colegiales, 12 sacerdotes venezolanos que completan su formación en la Ciudad Eterna.
P. CARLOS BOULANGER
Rector, Colegio Venezolano
'Éramos una gran familia, una pequeña gran familia. Había un clima de mucha fraternidad sacerdotal, de mucha hermandad, de mucha cercanía, que quizá en los grandes colegios no se puede lograr. Creo que era la gran riqueza de nuestro colegio. Lo han vivido con bastante dolor pero también con mucha esperanza sabiendo que es algo que había que realizar. Pero hay que afrontar la situación y tratar de ver qué nos está diciendo Dios a través de esto. A qué nos está llamandoâ?.
La Iglesia venezolana, después de enormes esfuerzos, ha decidido clausurar esta institución por la que han pasado unos 150 sacerdotes a lo largo de su historia.
P. CARLOS BOULANGER
Rector, Colegio Venezolano
'Prácticamente desde hace unos 3 años arrastrábamos un gran déficit y, por lo tanto, hubo que tomar esta dolorosa decisión pero necesaria. Creo que fue un acto de responsabilidad de los obispos porque si no sería hacer crecer una deuda de modo exponencial y sería un acto sumamente irresponsableâ?.
Esta pequeña Venezuela en Roma se trasladará al Pontificio Colegio Español. Gracias a un acuerdo entre los obispos venezolanos y los españoles, los 12 sacerdotes podrán terminar su formación en Roma... Aunque la gran esperanza es volver a contar con un colegio propio algún día. Sería la señal de que algo ha empezado a cambiar en Venezuela.
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