El Papa Francisco no escondió su conmoción en ningún instante durante su visita a la 'Fortaleza de las golondrinas' el lugar que recuerda el genocidio del pueblo armenio.
El Papa estuvo acompañado en todo momento por el patriarca de la Iglesia apostólica armenia, y también por el presidente de la República.
Francisco llevó una corona de flores con los colores de la bandera vaticana, y la frase 'En honor de los mártires', puesto que recientemente la Iglesia armenia canonizó en masa al millón y medio de fallecidos.
También rezaron en el mausoleo circular, en el que doce placas de basalto en recuerdo de las doce provincias armenias donde se produjo la masacre protegen la llama que mantiene viva la memoria de las víctimas.
Antes de marcharse, regalaron al Papa esta melodía con antiquísimos instrumentos de Armenia.
Como todos los líderes que han visitado este lugar conmovedor, el Papa ha plantado y regado un árbol para que del recuerdo de la tragedia, florezca la paz.
Luego, escribió un mensaje en el libro de honor del Memorial. En el texto pidió a la humanidad que no olvide las tragedias, porque la memoria es fuente de paz y de futuro.
La sorpresa fue el encuentro con descendientes de algunos supervivientes de la persecución que en aquellos años fueron refugiados por los Papas Benedicto XV y Pío XI en Castel Gandolfo.