En términos eclesiásticos, la gran novedad del siglo XX fue la explosión de los llamados genéricamente 'movimientos de laicosâ? o 'nuevas comunidadesâ?.
Se trata de sólidas propuestas de vida cristiana y de atractivos itinerarios de formación que giran en torno a una idea central también llamada 'carismaâ?.
Por ejemplo, el movimiento de los Focolares propone re-descubrir la fraternidad entre personas; Comunión y Liberación propone un método educativo para conocer la fe de un modo más vital; o la Comunidad de San Egidio, que propone encontrar el rostro de Dios con la acogida de los desfavorecidos.
Existen cientos de 'movimientosâ? o propuestas similares a las que adhieren laicos, pero también sacerdotes y religiosos.
Como son realidades muy activas y dinámicas, corren el peligro de considerarse a sí mismas las únicas propuestas válidas de vida cristiana, o de funcionar en la práctica al margen de su obispo.
Para evitarlo, el Vaticano ha publicado este documento 'La Iglesia rejuveneceâ?, presentado hoy en el Vaticano y preparado por la Congregación para la Doctrina de la Fe. El texto reconoce que estas nuevas instituciones son un don pero pone las bases para su 'participación fecunda y ordenada en la comunión y misión de la Iglesiaâ?.
CARD. GERHARD LUDWIG Mí?LLER
Prefecto, Congregación para la Doctrina de la Fe
'No se trata de definir si es más importante la jerarquía o los carismas. Esto es lo que queremos superar, queremos superar esta contraposición. Somos una Iglesia misionera, que debe afrontar el secularismo, llegar a muchas personas que no conocen ni a Jesús ni la Iglesia... De esto es de lo que tenemos que ocuparnos, y no de nuevas batallasâ?.
CARD. MARC OUELLET
Prefecto, Congregación de Obispos
'El propósito de este documento es mejorar las relaciones de comunión dentro de la Iglesia, para que la misión de la Iglesia tenga mayor impacto y sea más profundaâ?.
El texto recuerda que que los movimientos deben ser aprobados por los obispos, quienes 'tienen la tarea de vigilar sobre el correcto funcionamiento de los otros carismas, para que todo contribuya al bien de la Iglesia y su misión evangelizadoraâ?.
Además, por primera vez se explicitan los criterios para aprobar un nuevo movimiento. Entre ellos está obviamente la confesión de la fe católica, pero también 'el respeto y el reconocimiento de la complementariedad mutua de los otros componentes en la Iglesia carismáticaâ?.
El espíritu de fondo del nuevo texto es una solicitud a los miembros de los movimientos para que participen activamente en la vida de la diócesis, al servicio de la misión de toda la Iglesia.
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