Ni siquiera la lluvia que caía sobre San Pedro a primera hora de la mañana iba a impedir una de las misas más coloridas del año, la del Jubileo de los Enfermos y Discapacitados.
Hubo traducción simultanea de cada intervención para sordomudos, pasajes del Evangelio leídos por los participantes y representación teatral de algún episodio de las lecturas.
'No teniendo nada con que restituirle, perdonó la deuda a los dos. Entonces, ¿quién de ellos lo querrá más?â?
La homilía del Papa estuvo dedicada a los enfermos que había en la plaza. Francisco volvió a cargar contra la cultura del descarte y dijo que la naturaleza humana lleva inscrita en sí misma la realidad del límite, aunque en estos días quiera negarse esa realidad.
FRANCISCO
'En esta época en la que el cuidado del cuerpo se ha convertido en un mito de masas y, por tanto, en un negocio, lo que es imperfecto debe ser ocultado porque va en contra de la felicidad y la tranquilidad de los privilegiados y pone en crisis el modelo imperante. Es mejor tener a estas personas separadas, en algún 'recinto' -tal vez dorado- o en las 'reservas' del pietismo y del asistencialismo, para que no obstaculicen el ritmo de un falso bienestarâ?.
Francisco recordó que no sólo existe el sufrimiento físico, también está el del espíritu. La patología de la tristeza que llega siempre de la falta de amor.
FRANCISCO
'El mundo no será mejor cuando esté compuesto solamente por personas aparentemente 'perfectas', por no decir 'maquilladas', sino cuando crezca la solidaridad entre los seres humanos, la aceptación y el respeto mutuoâ?.
El camino de la felicidad pasa siempre por ser capaces de amar, explicó el Papa. Predicó con el ejemplo cuando al final de la Misa saludó así a estos enfermos.
IPC
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