La terrible masacre ocurrida en Orlando, con un número altísimo de víctimas inocentes, ha suscitado en el Papa Francisco y en todos nosotros los sentimientos más profundos de execración y de condena, de dolor y de turbamiento ante esta nueva manifestación de locura homicida y odio insensato. ;
El Papa Francisco se une en la oración y en la compasión al sufrimiento indecible de las familias de las víctimas y de los heridos y los encomienda al Señor para que puedan encontrar consuelo. ;
Todos esperamos que se puedan identificar y combatir eficazmente lo antes posible las causas de esta violencia horrible y absurda, que turba tan profundamente el deseo de paz del pueblo americano y de toda la humanidad.