Durante su homilía de este martes en Casa Santa Marta, Francisco imaginó cómo cambiaría el mundo si todas las personas vivieran el servicio y el encuentro con los demás.
El Papa se lamentó de los cristianos tristes y con la cara torcida. Personas que se creen cristianos pero no lo son de verdad, explicó Francisco.
FRANCISCO
'Salir al encuentro es otro signo cristiano. Una persona que dice ser cristiana y no es capaz de salir al encuentro de los demás, de encontrar a los demás, no es totalmente cristiana. Tanto el servicio como el encuentro requieren salir de sí mismos: salir para servir y salir para encontrar, para abrazar a otra personaâ?.
En el último día de mayo, el mes de la Virgen, el Papa destacó el ejemplo de María, una mujer que sirve sin titubeos y recordó el coraje de las mujeres valerosas que tiene la Iglesia.
EXTRACTOS DE LA HOMILíA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
'Qué feo esos cristianos con la cara torcida, los cristianos tristes. Qué cosa fea, fea, fea. No son plenamente cristianos. Creen que los son, pero no lo son plenamente. Éste es el mensaje cristiano. Y en este clima de alegría, que la liturgia nos da hoy como un regalo, quisiera subrayar sólo dos cosas: primero: una actitud; y segundo: un hecho. La actitud es el servicioâ?.
'Coraje de mujer. Las mujeres valerosas que hay en la Iglesia: son como la Virgen. Estas mujeres que llevan adelante la familia, estas mujeres que llevan adelante la educación de los hijos, que afrontan tantas adversidades, tanto dolor, que cuidan a los enfermosâ?¦ Valerosas: se levantan y sirven, sirven. El servicio es signo cristiano. Quien no vive para servir, no sirve para vivir. Servicio en la alegría, ésta es la actitud que yo quisiera subrayar hoy. Hay alegría y también servicio. Siempre para servirâ?.
'El encuentro es otro signo cristiano. Una persona que dice ser cristiana y no es capaz de salir al encuentro de los demás, de encontrar a los demás, no es totalmente cristiana. Tanto el servicio como el encuentro requieren Salir de sí mismos: salir para servir y salir para encontrar, para abrazar a otra persona. Con este servicio de María, con este encuentro, se renueva la promesa del Señor, se pone en práctica en el presente, en aquel presente. Y precisamente el Señor â?? como hemos escuchado en la primera Lectura: â??El Señor tu Dios está en medio de tiâ? â?? el Señor está en el servicio, el Señor está en el encuentroâ?.
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