El centro Astalli, en el corazón de Roma, socorre a refugiados de todo el mundo desde el año 1981. Forma parte del Servicio Jesuita a los Refugiados fundado por el entonces general de los jesuitas, el padre Pedro Arrupe.
Con motivo de los 35 años de esta emblemática institución, el Papa envió un videomensaje a los refugiados, voluntarios, trabajadores y amigos del centro.
Francisco recuerda que todas las personas que se han visto obligadas a huir de su tierra son hermanos con los que 'compartir el pan, la casa y la vidaâ?. Al mismo tiempo, ha pedido perdón.
FRANCISCO
'¡Demasiadas veces no os hemos acogido! Perdonad la cerrazón e indiferencia de nuestras sociedades que temen el cambio de vida y de mentalidad que requiere vuestra presencia. Sois tratados como un peso, un problema, un coste pero sois, en lugar de eso, un regaloâ?.
Para el Papa, el centro Astalli es un ejemplo de acogida a los refugiados por eso, invitó a quienes lo forman a que sigan siendo testigos de 'la belleza del encuentroâ?.
FRANCISCO
'Continuad caminando con valor a su lado, acompañadlos y dejad que os guíen también ellos: Los refugiados conocen los caminos que llevan a la paz porque conocen el olor agrio de la guerraâ?.
Por último, les ha pedido que, tal y como han hecho durante estos 35 años, sigan ayudando a la sociedad a escuchar la voz de los refugiados.
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