Durante una audiencia general con constante amenaza de lluvia el Papa se detuvo en la reflexión de un pasaje del Evangelio: cuando Jesús eligió a Mateo como uno de sus discípulos.
Mateo recaudaba impuestos para Roma, una profesión muy mal considerada por el pueblo. Sin embargo, eso no pareció importar a Jesús a la hora de elegirlo.
FRANCISCO
'Jesús muestra a los pecadores que no mira su pasado, la condición social, las apariencias, sino que les propone un futuro nuevo. Una vez escuché un dicho muy bonito: No hay santo sin pasado y no hay pecador sin futuro. Qué bonito es estoâ?.
El Papa dijo que Jesús no teme estar de la parte de los pecadores para levantarlos pero que hay pecadores que temen a Jesús porque aceptar su ayuda significa reconocerse pecadores e imperfectos.
La soberbia y el orgullo, concluyó, son dos enemigos de la vida cristiana.
FRANCISCO
'Soberbia y orgullo no permiten reconocerse necesitados de salvación, es más, impiden ver el rostro misericordioso de Dios y que actúe con misericordia. Son un muro. La soberbia, el orgullo, son un muro que impide la relación con Diosâ?.
El Papa concluyó pidiendo oraciones por la visita a Lesbos, en Grecia, el próximo sábado, donde viaja para mostrar su cercanía a los refugiados y al pueblo griego.
FRANCISCO
'Iré, junto a mis hermanos el patriarca de Constantinopla Bartolomeo y el arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo, para expresar mi cercanía y solidariedad a los refugiados y a los ciudadanos de Lesbos y a todo el pueblo griego tan generoso en la acogidaâ?.
Por la isla de Lesbos ha pasado más de la mitad del millón de refugiados que han llegado a Europa en el 2015.
JRB
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