Francesca Chaouqui, imputada en el Caso Vatileaks 2 por supuesta 'asociación para delinquirâ? y 'robo y divulgación de noticias y documentos reservadosâ?, ha declarado durante más de 5 horas ante el Tribunal del Vaticano.
Ha negado estas acusaciones que le imputa el fiscal y ha subrayado que desde el principio ha colaborado con las investigaciones.
Ha explicado que en febrero de 2014, con el nacimiento de la Secretaría para la Economía, tuvo lugar 'una situaciónâ? (que no ha especificado) que quebró la confianza dentro de la comisión en la que trabajaba por encargo del Papa. En esas fechas varios miembros habían recibido encargos de gobierno dentro del Vaticano, mientras que (el otro acusado) monseñor Vallejo Balda, también miembro de la comisión, no recibió ninguno.
Francesca Chaouqui asegura que en mayo de 2014 ocurrió 'algo terribleâ? (tampoco especificado), y el Papa supuestamente pidió a Vallejo Balda que lo investigara. Ambos, junto al otro acusado Nicola Maio prepararon un dossier secreto para el Papa.
Dice que cuando Francisco leyó el dossier, lo definió en privado como 'proféticoâ? y lo usó para orientar posteriores decisiones.
Añade que en esas mismas semanas, junio de 2014, el cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría de la Economía, les pidió que le entregaran inmediatamente todo el archivo de la Comisión, que incluía el material del dossier reservado, y les bloqueó definitivamente el acceso a estos documentos.
El fiscal ha mostrado un correo electrónico en el que la imputada pide a Vallejo Balda que imprima con papel oficial del banco del Vaticano un texto 'con fecha del 30 de septiembreâ?. Ella asegura que pensaba que no le había hecho caso. El fiscal mostró sin embargo que sí lo hizo y que el falso documento incluía la firma del entonces director del banco. Pero no reveló el contenido del documento falsificado.
Ha narrado que a partir de septiembre de 2014 Vallejo Balda se abandonó y que para animarlo ella intentó implicarlo en iniciativas de caridad.
Ha negado que mantuvieran relaciones sexuales, y ha dicho que Vallejo Balda le hizo 'confesiones sobre su vida privada, que por respeto no revelaréâ?, y que desde entonces comenzó a 'tener comportamientos extravagantesâ?, como hablar a menudo con un astrólogo.
Ha reconocido que ella le presentó en abril al periodista Gian Luigi Nuzzi, porque el sacerdote quería que se conocieran las dificultades de su trabajo. Dice que el periodista no presionó al sacerdote, y que Vallejo Balda le entregó espontáneamente la clave para acceder a un diario con contenidos reservados de la comisión.
Ha revelado que Vallejo Balda fue entrevistado con el rostro cubierto, para un programa de la televisión italiana sobre cuestiones financieras del Vaticano.
Ha añadido otros datos relevantes como que nunca ha amenazado seriamente a Vallejo Balda, que colabora activamente en instituciones contra la mafia, que no trabaja para servicios secretos y que el otro acusado Nicola Maio no ha sustraido ningún documento.
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