No se le ve el rostro. Podría ser uno más entre tantos que vagan por las calles sin un techo donde pasar la noche. Sin embargo es nada menos que Cristo. Lo delatan los agujeros de sus pies, restos de la crucifixión. ;
Esta es la nueva estatua de bronce que el Papa bendijo durante el Jubileo de la Misericordia. Se quedará en el Vaticano, al lado de las oficinas dedicadas a la caridad del Papa con los pobres de la zona.
La obra, de tamaño natural, ha sido realizado por el escultor canadiense Timothy P. Schmalz. Dice que lo que le movió a realizarla fue cuando durante las fiestas de Navidad se encontró a una persona sin hogar durmiendo en un banco.
No es la única escultura de este artista especializado en poderosas imágenes, escenas o temas relacionados con el Evangelio.