La Misa del domingo de Ramos es la única ceremonia papal que comienza junto al antiguo obelisco de la plaza de San Pedro. Allí el Papa bendijo las palmas y las ramas de olivo. Luego participó en la coreográfica procesión hasta el altar.
Es la primera gran misa de la Semana Santa y recuerda la llegada de Jesús a Jerusalén, cuando fue recibido con ramos de olivo. El Papa pidió a los católicos que revivan estos acontecimientos en clave personal.
FRANCISCO
'Del mismo modo que entró en Jerusalén, desea también entrar en nuestras ciudades y en nuestras vidasâ?.
El Papa recordó las humillaciones físicas y morales que sufrió Jesús en aquellas horas antes de que lo crucificaran. Lamentó que también hoy naciones de inspiración cristiana en Europa estén humillando a muchos refugiados.
FRANCISCO
'Jesús experimenta en su propia piel también la indiferencia, pues nadie quiere asumirse la responsabilidad de su destino. Pienso ahora en tanta gente, en tantos inmigrantes, en tantos prófugos, en tantos refugiados, en aquellos de los cuales muchos no quieren asumirse la responsabilidad de su destinoâ?.
Como había muchos peregrinos en San Pedro, cuando terminó la misa el Papa se subió al papamóvil y recorrió la plaza para saludar de cerca a los participantes.
JMB
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