La emoción era enorme por encontrarse con el Papa y se lo demostraron así.
Francisco respondió a este cariño repartiendo besos y abrazos a los más pequeños... Y fueron muchos.
Tantos que el Papa pidió a cuatro de ellos que lo acompañaran.
El iniciador de este itinerario de iniciación cristiana, Kiko Argí¼ello, explicó al Papa quiénes son estos peregrinos. Son 270 familias que formarán 57 'missio ad gentesâ?. Cada una está compuesta por 4 o 5 familias que, junto a un sacerdote, se marcharán a distintas zonas del mundo con pocos cristianos, desde Siberia a China o Etiopía.
El Papa les pidió que no se olviden de cuidar el carisma que han recibido a través del bautismo siendo humildes y obedientes.
FRANCISCO
'Habéis recibido un gran carisma por la renovación bautismal de la vida. A la Iglesia se entra por el bautismo. Cada carisma es una gracia de Dios para acrecentar la comunión. Pero el carisma puede deteriorarse cuando se cierra en sí mismo o se presume, cuando se quiere diferenciar de los otros. Por eso, hay que cuidarloâ?.
Francisco también les agradeció su gesto de dejarlo todo para ser instrumentos de la Iglesia.
FRANCISCO
'La Iglesia no es un instrumento para nosotros. Nosotros somos Iglesia. Os agradezco en mi nombre y en el nombre de toda la Iglesia este gesto de marcharos, de ir a lo desconocido y de sufrir, -porque encontraréis sufrimiento allí-, pero también estará la alegría de la gloria de Dios, la gloria que está en la Cruzâ?.
Y antes de terminar su discurso, les aseguró que, aunque él no se mueve de Roma, va a estar muy cerca de todos ellos en sus destinos.
FRANCISCO
'Yo me quedo aquí pero mi corazón se va con vosotrosâ?.
Después Francisco bendijo a los sacerdotes y a las familias que formarán estas nuevas comunidades. Los curas arrodillados, las familias con su cruz en mano.
El Papa entregó a cada sacerdote una de las cruces bendecidas.
El tierno encuentro finalizó con el rezo del Padrenuestro y la entrega al Papa de un icono.
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