La Madre Teresa falleció hace casi 20 años pero su memoria permanece muy viva en las personas que la conocieron como el padre Bernardo Cervellera, el director del portal web Asianews.
P. BERNARDO CERVELLERA
Director, Asia News
'Yo estuve con ella en, al menos, tres ocasiones. La primera fue en el 79, en Calcuta. Ella estaba atendiendo a las novicias que iban a hacer los votos y hacía pocos días que había recibido el Premio Nobel. Allí había dicho que la sociedad más triste es la que permite el aborto'.
Señala que una de las cosas que más le impresionaron de Madre Teresa era su sencillez. Trataba con el mismo respeto y naturalidad a personalidades importantes y a los leprosos y abandonados que atendía en Calcuta.
P. BERNARDO CERVELLERA
Director, Asia News
'Me impresionó la gran maternidad y juventud que mostraba. Esos ojos limpísimos de niña en su cuerpo anciano, su rostro rugoso, seco, que parecía casi sin vida. Y en cambio, transmitía energía, fuerza y alegría, una alegría tranquila. Una vez hice de conductor para ella. Tenía que llevarla al Congreso Eucarístico de Milán en 1983. Me impresionó mucho que durante todo el tiempo en el que no tenía que intervenir rezaba el rosario. Vivía en un estado de continua contemplación'
Una de las características que marcó la vida personal de Madre Teresa fue la oscuridad espiritual que tuvo que soportar durante décadas. El padre Bernardo Cervellera señala que fue una oscuridad espiritual que al mismo tiempo no le impedía ser feliz.
P. BERNARDO CERVELLERA
Director, Asia News
'Algunos piensan que, por decirlo de algún modo, Dios es como una droga. Uno esnifa a Dios, que hay que sentirlo para ponerse a hacer cosas. En realidad también en el silencio de la cruz puede haber una relación con Dios, con Cristo. Creo que la Madre Teresa, con este silencio y esta noche oscura que vivió ha estado aún más cerca de la cruz de Cristo'.
La Madre Teresa nació en 1910 en la actual Macedonia y en 1950 fundó la Congregación de las Misioneras de las Caridad para ayudar a los más pobres. A ellos se dedicó hasta su muerte en septiembre de 1997 y su entierro fue todo un acontecimiento nacional. Las calles de Calcuta se abarrotaron de personas necesitadas que acompañaron sus restos para darle su último adiós.