Durante el ángelus, el Papa aplaudió el alto el fuego en Siria, y dijo que espera que permita la llegada de ayuda humanitaria al país y abra la vía del diálogo entre las partes enfrentadas.
Sabe que la solución en Siria aliviará la situación de los refugiados que escapan de la guerra. Pero mientras tanto, pidió a Europa que no se quede de brazos cruzados ante este drama.
FRANCISCO
'En particular, Grecia y otros países están en primera línea prestándoles un generoso socorro, que necesita también de la colaboración de todas las naciones. Una respuesta coral dará eficacia y distribuirá con equidad el peso. Para conseguirlo hay que apostar con decisión y sin reservas por las negociacionesâ?.
El Papa reflexionó también sobre el Evangelio del domingo. Recordó la escena en la que Jesús menciona dos tragedias con muchas víctimas: una cruenta represión y el derrumbe de una torre. Sus discípulos consideraron que se trataba de un castigo de Dios a las víctimas.
Jesús responde que Dios no actúa así, y que no podemos pensar que nosotros somos buenos, y los demás son malos.
FRANCISCO
'También hoy, ante ciertas desgracias o eventos dramáticos, nos puede venir la tentación de descargar la responsabilidad sobre las víctimas o sobre Dios. Pero el Evangelio nos invita a reflexionar: ¿Cómo pensamos que es Dios? ¿Estamos convencidos de que sea así o nos estamos proyectando, con un dios a nuestra imagen y semejanza?â?.
El Papa dijo que siempre estamos a tiempo de convertirnos, y que no debemos juzgar nunca a los otros.
Antes de marcharse rezó por las víctimas de un ciclón en las Islas Fiji, y apoyó la Jornada de las Enfermedades Raras.
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