Ni siquiera haber combatido en la guerra Franco Prusiana de 1870 le robó esa forma tan particular de retratar a la mujer.
Por primera vez en Italia se expone la obra de James Tissot. Pintor del color, del amor, y también de la moda, cada uno de sus cuadros narra una historia. A veces hablan de nostalgia o de alegría y casi siempre protagonizadas por mujeres... Son mujeres fuertes que miran directamente a los ojos... o mujeres con un halo de misterio... Todas ellas aparecen atrapadas en un momento muy preciso, como si mirasen a un objetivo que es, en realidad, el pincel del pintor.
Tissot nació en Nantes, Francia, pero pasó buena parte de su vida en Londres. Por eso, ha sido una influencia clave en pintores de ambos lados del Canal de la Mancha, tanto del ambiente parisino como de la realidad londinense.
Pero es además una influencia que llega a nuestros días y sorprende a quien lo observa.
'Es realmente muy interesante. No lo conocía pero sus cuadros me parecen preciosos. Es una exposición muy especialâ?.
Una influencia que traspasa los años. En la era de lo digital, el óleo aplicado con esta maestría provoca que cunda el ejemplo.
'Creo que es importante traer desde pequeños a los niños a los museos por varias razones: Para que aprecien el arte; para que respeten el lugar privilegiado en el que estamos... pero también para que aprendan a seguir las reglas, a estar callados e incluso se centren y aprecien los colores. Yo siempre dejo a mi hija que interprete como quieraâ?.
Tissot supo documentar como nadie su tiempo... y también otros tiempos y lugares.
En la segunda mitad de su vida puso especial énfasis en la Biblia. Documentó al detalle pasajes enteros vistiendo a sus personajes con la ropa de su propia época, como en este caso, el regreso del hijo pródigo.
Son pinturas en las que casi se pueden tocar los tejidos que representan.
Con una capacidad de observación única, Tissot se ganó el reconocimiento de los artistas de su época y así pudo trascenderla.
AC
AA
SV
-PR
UP:IPC