Dentro del Colegio de Bachilleres de Ciudad Juárez, había gran expectación y alegría por la visita del Papa.
Francisco se encontró allí con trabajadores y empresarios de la región y escuchó el testimonio de un representante de cada grupo.
'Hoy quisiéramos compartirle que en esta frontera la situación económica y los roles de trabajo que nos toca desempeñar, hacen cada vez mas difícil la convivencia de la familia y el verdadero cuidado y atención a los hijosâ?.
'Hoy, 1 de cada 2 mexicanos vive en la pobreza; 6 de cada 10 trabajadores están en la informalidad, es decir, no tienen seguridad social ni servicios de saludâ?.
Francisco dijo que trabajadores y empresarios no son antagonistas y que ambos deben ayudar a los jóvenes a crecer y evitar la pobreza. Esta, dijo, es el mejor caldo de cultivo para terminar en el narcotráfico.
FRANCISCO
'Dios pedirá cuenta a los eslcavistas de nuestros días, y nosotros hemos de hacer todo lo posible para que estas situaciones no se produzcan más. El flujo del capital no puede determinar el flujo y la vida de las personas. ¿Qué quiere dejar México a sus hijos? ¿Quiere dejarles una memoria de explotación, de salarios insuficientes, de acoso laboral? ¿O quiere dejarles la cultura de la memoria de trabajo digno, del techo decoroso y de la tierra para trabajar?â?.
Francisco concluyó ofreciendo a ambos, empresarios y trabajadores, un consejo para cuando les toque sentarse a negociar: Hay que estar dispuesto a perder algo para que todos ganen.
FRANCISCO
'Una vez me decía un viejo dirigente obrero, honesto como el solo. Murió con lo que ganaba, nunca se aprovechó. Cada vez que teníamos que sentarnos a una mesa de negociación yo sabía que tenía que perder algo para que ganáramos todos. Que linda, la filosofía de ese hombre de trabajo. Cuando se va a negociar siempre se pierde algo pero ganan todosâ?.
El discurso del Papa fue recibido con un gran aplauso y al grito de 'bendiciónâ?.
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