La primera parada del Papa Francisco después de la capital mexicana fue la frontera sur del país, la colorida y musical Chiapas.
Celebró misa en San Cristóbal de Las Casas, junto a las comunidades indígenas, los verdaderos protagonistas de la ceremonia. Recibieron al Papa engalanados con sus trajes e instrumentos típicos y las lecturas y otras oraciones de la ceremonia fueron leídas en varios de los idiomas locales, además del español.
Los pueblos indígenas de México han sido frecuentemente marginados y excluidos. La visita y el respaldo del Papa los llenó de emoción y tanto es así, que a algunos se les quebró la voz durante la misa.
'Santo Padre, a pesar de que tenemos mucho dolor por tantas injusticias, tenemos mucha fe en Dios. Nuestra fe nos ha mantenido en pie de lucha por el Reino de Dios. Voy a rezar en tzotzil para fortalecer nuestro corazónâ?.
Desde una de las zonas más bellas y excluidas de México el Papa pidió respeto. Respeto por la creación y respeto por los excluidos. Ambos son las víctimas de la irresponsabilidad de quienes se consideran propietarios y dominadores del mundo.
FRANCISCO
'Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia. En esto ustedes tienen mucho que enseñarnosâ?.
Francisco dijo que el mundo debe recuperar la mirada de pueblos como los que participaron en esta ceremonia. Pueblos que saben relacionarse armónicamente con la naturaleza pero que, lamentablemente, han sido incomprendidos y excluidos de modo sistemático y estructural por el afán de poder, de dinero o por las leyes del mercado.
FRANCISCO
'¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: Perdón. Perdón hermanos. El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes. Los jóvenes de hoy, expuestos a una cultura que intenta suprimir todas las riquezas y características y diversidades culturales en pos de un mundo homogéneo, necesitan, estos jóvenes, que no se pierda la sabiduría de sus ancianosâ?.
La tercera misa del Papa Francisco en México tuvo un marcado carácter festivo. Hasta San Cristóbal de Las Casas viajaron indígenas de todo el territorio como estos jóvenes de Santa María Mixistlán, a quienes se les encargó ambientar musicalmente la ceremonia.
El nombre original de la región era San Cristóbal pero se le añadió 'de Las Casasâ? en honor a Bartolomé de las Casas, un célebre religioso defensor de los indígenas.
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