Decenas de miles de personas acompañaron por las calles de Roma el traslado de los restos del Padre Pío a la Basílica de San Pedro. Son de Italia, España, Irlanda o hasta de Polonia. Juntos, crearon un pasillo humano de varios kilómetros.
ROMAN RUSEK
'He venido con 600 peregrinos polacos que dirigen grupos de oración en varios lugares de Polonia. Hemos tardado dos horas en avión y luego hemos tomado un autobús. Vinimos para honorar al Padre Pio y decirle que somos sus hijos espirituales'.
La historia de este fraile italiano del siglo XX quizá no aparezca en los libros de historia. Pero muchos lo consideran como alguien que ha cambiado sus vidas.
VALENTINA D'ANDREA
'Mi fe nació cuando era pequeña porque mi madre, mi familia, es devota del Padre Pío. Mi madre siempre hacía la peregrinación y yo iba con ella. Se transmite de generación en generación y cuando una atraviesa momentos difíciles siempre se refugia en la fe'.
MERCEDES VICENTE
'Lo conocí través del Padre Antonio Pesquera, que era discípulo del Padre Pío y me contó cantidad de maravillas que había vivido con él, me inculcó en la fe del Padre Pío, me regaló una película, un libro de su vida y todo empezó a partir de ahí. Le tengo mucha devoción porque le he pedido cosas y, de cara a la gente puede ser casualidad, pero de cara a mi experiencia hay un poquito de milagro. Un poquito de la mano del Padre Pío está detrásâ?.
Con los restos de Padre Pío llegan también a Roma las historias de sus milagros y peticiones escuchadas. Sonia dice que una vez soñó que le hablaba.
SONIA PALADINI
'He soñado algo que no he conseguido descifrar: estaba en una silla y se giraba y me decía serio, muy serio, cuatro más cuatro. Todavía no he conseguido comprender qué significaba, si ya ha pasado o va a pasar, pero estaba muy serio'.
Historias y emociones sobre un fraile sencillo que se han reunido durante unas horas para dar gracias o pedir ayuda a este santo que no salió de su pequeña aldea, pero que es conocido en todo el mundo.