En marzo Francisco se reunió con unas 70 mil personas de 47 países, del movimiento Comunión y Liberación. En la plaza de San Pedro no había ni un sitio libre, por lo que Francisco se acercó hasta mitad de Via della Conciliazione para saludar a quienes no pudieron entrar.
Como su fundador Luigi Giussani falleció hace diez años, su presidente pidió al Papa que les enseñe a mantener fresco el carisma.
P. JULIíN CARRí?N
Presidente, Comunión y Liberación
'Hemos venido como mendigos, con el deseo de aprender, para que nos ayude a vivir cada vez con más fidelidad y pasión el carisma que hemos recibidoâ?.
Francisco tuvo un importante discurso y recordó que la clave de la fidelidad al fundador no es repetir lo que él hizo, sino hacer lo que él habría hecho.
FRANCISCO
'La referencia a la herencia que os ha dejado Luigi Giussani no puede reducirse a un museo de recuerdos, de decisiones, de normas de conducta. Supone ciertamente fidelidad a la tradición. Pero fidelidad a la tradición, como decía Mahler, significa tener vivo el fuego, no adorar las cenizasâ?.
En marzo, el Papa aprovechó que tenía que visitar una parroquia, para entrar en un centro de enfermos y ancianos que estaba de camino.
'Santo Padre, el Señor ha sido generoso conmigo. Mucho, muchoâ?.
Francisco saludó uno a uno a todos, y les dejó este mensaje:
FRANCISCO
'El Señor nunca nos abandona. Cuando vienen los momentos difíciles, un poco de nostalgia, de tristeza, los lagrimones que vienen... Hagamos así con la mano. 'Señor, yo sé que Tú estás aquí'. Nunca nos abandona. Quizás dices: 'Tú estás aquí pero el momento feo lo paso yo'. Pero Él ha vivido un momento difícil en la Cruz. ¿Os acordáis? Él fue el primero en abrirnos pasoâ?.
También el Papa celebró los 500 años del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Le llevaron el bastón con el que la santa recorrió España. Y miren cómo reaccionó .
'¿Andaba con esto la vieja?â?, bromeó antes de besarlo al final de la audiencia general.
'Traemos el bastón de Santa Teresa de Jesúsâ?.
Además, el Papa hizo una intensa visita de un día a Nápoles, que comenzó en Scampia, un barrio emblemático de la mafia local, la camorra, una zona caracterizada por la corrupción y el desempleo.
FRANCISCO
'¡Ninguno de nosotros puede decir 'yo no me corromperé!' No. Es una tentación. Es un resbalar allí, allí, hacia el negocio fácil, hacia la delincuencia, hacia el crimen, hacia la explotación de las personas. FLASH. La corrupción apesta y la sociedad corrupta apesta, y un cristiano que deja entrar la corrupción dentro de él no es cristiano, apesta. ¿Entendido?â?.
Horas después envió un mensaje muy duro contra la Mafia, durante la Misa que celebró en el centro de Nápoles.
FRANCISCO
'A los criminales y a todos sus cómplices hoy, yo, humildemente, como hermano repito: Convertíos al amor y a la justicia. Dejad que la misericordia de Dios os encuentre. Sabed que Jesús os está buscando para abrazaros, para besaros, para amaros másâ?.
La nota curiosa de la visita la pusieron las monjas de 7 conventos de clausura, a las que el obispo autorizó a salir del convento para participar en un encuentro con el Papa Francisco.
'Después, después, ¿dónde van? Después. Pero mira. ¡Y eso que estas son de clausura. Imagínate si no lo fueran! Se lo van a comer. ¡Hermana!, ¡hermana!, ¡hermana! Tenemos que seguir. No podemos perder el tiempoâ?.
El Papa almorzó en la prisión de Poggioreale junto a unos 90 presos que le dieron la bienvenida así. Cocinaron ellos mismos un menú de pasta, pollo y dulces.
Aunque uno de los momentos más tiernos de su visita fue en el paseo marítimo, donde se dieron cita unos cien mil jóvenes para reunirse con el Papa.
Ante este público habló Erminia, una señora de 95 años que agradeció al Papa su atención por las personas mayores. Francisco con mucho humor, la felicitó por su edad.
FRANCISCO
'Le digo una cosa: Si usted tiene 95 años, yo soy Napoleón. ¡Felicidades por cómo los llevaâ? FLASH 'Lo que se siembra, se recoge. A vosotros, hijos, el cuarto mandamiento. ¿Quieres a tus padres?, ¿les abrazas?, ¿les dices que les quieres?â?
De regreso a Roma, tuvo unos invitados muy especiales.
En marzo, los Museos Vaticanos cerraron sus puertas para atender a unas 150 personas sin hogar. No sabían que en la Capilla Sixtina les esperaba esta sorpresa. El Papa les saludó personalmente.
'Cuando entró el Papa aplaudimos. Algunos lloraronâ?.
MAURO
'La Capilla Sixtina era preciosa. Yo nunca la había visto. Además ver a un Papa que se preocupa por las personas más necesitadas... para mí fue un honorâ?.
Francisco les pidió que rezaran por él. No tienen casa, dinero, ni lujos... pero no les faltaron oraciones por el Papa que les había llevado a uno de los museos más hermosos del mundo.
JMB
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