Son Sonia Mari Luz, Rosa, Marcela, Humberta y Olga, religiosas de la Congregación del Cenáculo Dominicano. Han llegado desde Guatemala para reunirse con sus hermanas de Italia y Albania y de paso se han llevado una alegría inesperada: ver al Papa.
SOR HUMBERTA RAMOS
Hermana del Cenáculo Dominicano
'Me voy muy contenta porque vi al Papa, no lo logré saludar de cerca, pero lo he visto y me voy con esta alegría porque el Papa transmite alegría y pazâ?.
SOR SONIA MARIA LUZ GARCíA
Hermana del Cenáculo Dominicano
'Para nosotros ha sido una experiencia muy linda el día de hoy presentarnos a esta audiencia. No sabíamos, pero cuando llegamos aquí nos dijeron que estaba la audiencia para nosotros fue una gran alegría y la expresión del Papa de abrir la Puerta, que no solamente es la puerta, una puerta 'cualsiasiâ?, sino una puerta de nuestro corazón para todos nuestros hermanosâ?.
Hasta 12 hermanas llegaron hasta Roma invitadas por sus compañeras de Congregación coincidiendo con el Jubileo de la Misericordia. Han podido pasar la Puerta Santa todas juntas, una vivencia que, dicen, no olvidarán.
SOR SONIA MARIA LUZ GARCíA
Hermana del Cenáculo Dominicano
'Ha sido inolvidable, hemos tenido como tema a la escuela de Jesús maestro para un camino de relación, profecía y testimonio. Ese era nuestro eslogan para vivir este acontecimiento de nuestra congregaciónâ?.
Entre los retos de las Hermanas del Cenáculo queda ahora el de iniciarse en la enseñanza universitaria a través de la enfermería. Lo harán con la fuerza que les ha inspirado la visita al Vaticano.
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