En el ambiente se palpaba excitación. Decenas de personas esperaban con entusiasmo la llegada del Papa, como en las multitudinarias audiencias generales en el Vaticano.
Sin embargo, lo más curioso es que no eran cristianos sino musulmanes. En su último día en África Francisco quiso visitar a la comunidad musulmana de Bangui en su mezquita.
El tono del encuentro fue de gran calidez. El Papa fue recibido con este ramo de flores en la entrada del edificio y el gran imán lo acompañó durante todo el encuentro. Francisco pronunció allí un fuerte mensaje por la paz y el encuentro entre religiones.
'Juntos digamos no al odio. No a la venganza. No a la violencia'.
Al salir de la mezquita el Papa bendijo algunos niños. Tenía que ir a celebrar su última misa en África pero antes de dejar la mezquita quiso tener un último detalle con el imán ofreciéndole un agradable paseo en su papamovil. Fue una de las imágenes del viaje.