Escuchen la canción con la que los jóvenes de Kenia recibieron al Papa en el estadio Kasarani de Nairobi.
Era 'Hakuna matataâ?, 'Ningún problemaâ?, una de las frases de la cultura africana. Aunque en el estadio se escucharon los dramas que asolan esta parte del mundo.
Una joven ciega leyó un texto de la Biblia. Otra joven, Linet, preguntó al Papa sobre la lacra de la corrupción y sobre el drama del tribalismo.
¿Por qué tenemos que ser definidos por nuestra tribu de origen?
Y Emmanuel interrogó al Papa sobre el misterio del dolor y el sufrimiento y sobre los jóvenes que se enrolan en milicias radicales.
¿Qué podemos hacer para que nuestros seres queridos no sean reclutados? ¿Cómo podemos sacarles de su error?
El Papa se dejó interpelar y fue hasta el fondo de los problemas.
FRANCISCO
'La vida está llena de dificultades. Pero hay dos maneras de mirar las dificultades: o lo miras como algo que te bloquea, que te destruye y te detiene, o lo mirás como una oportunidad. A vos te toca elegirâ?.
Francisco les recordó que el tribalismo destruye, y dijo que para resolverlo hay que poner en juego el oído, el corazón y las manos.
FRANCISCO
'Con el óido: ¿Cuál es tu cultura, por qué tu tribu tiene estas costumbres? ¿Tu tribu se siente superior o inferior? Con el corazón: Una vez que escuché con el oído la respuesta, abro el corazón y tiendo la mano para seguir dialogando. Si ustedes no dialogan y no se escuchan entre ustedes, siempre va a existir el tribalismoâ?.
El Papa quería que lo pusieran inmediatamente en práctica, y por eso les pidió que se tomaran de la mano para que toda la nación vaya siempre unida.
Sobre la corrupción tuvo palabras muy duras y dijo que hay que combatirla comenzando por uno mismo.
FRANCISCO
'Pero no sólo en la política. En todas las instituciones, incluso en el Vaticano hay casos de corrupción. La corrupción es algo que se nos mete dentro. Es como el azúcar: es dulce, nos gusta, es fácil, y después terminamos mal. De tanta azúcar fácil terminamos diabéticos, o nuestro país termina diabéticoâ?.
También afrontó el problema que está en la raíz del reclutamiento de jóvenes de Kenia en grupos radicales.
FRANCISCO
'Si un joven o una joven no tiene trabajo, no puede estudiar, ¿qué puede hacer? O delinquir, o caer en las dependencias, o suicidarse... O enrolarse en una actividad que demuestre un fin en la vida, engañado o seducidoâ?. '¿Qué puedo hacer para ayudarlo o hacerlo volver? Primero rezar por él. Pero fuerte. Dios es más fuerte que todo reclutamiento. Y después, hablarle con cariño, con simpatía, con amor. Y con paciencia invitarlo a ver un partido, invitarlo a pasear, a estar juntos. No dejarlo soloâ?.
Y antes de marcharse, el Papa les enseñó también las dos cosas que guarda en el bolsillo para no perder la esperanza: un rosario y un pequeño Vía Crucis.
Fue el último gran encuentro multitudinario en Kenia, y por lo que parece, también al Papa le dejó una huella inborrable.
JMB
CTV
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