Los terroristas dijeron que después de París llegaría el turno de Washington, Londres y Roma, por lo que el gobierno italiano está estudiando qué medidas adoptar.
Por el momento los controles en aeropuertos y carreteras se han reforzado y se espera que a los 2.500 agentes de seguridad que hay en la capital se sumen otros 700 soldados.
Roma se volverá una ciudad mucho más vulnerable en los próximos días. El 8 de diciembre comienza el Jubileo de la Misericordia que atraerá a millones de peregrinos en los próximos meses. Controlar a semejante cantidad de personas es el desafío que las fuerzas de seguridad tienen entre manos, especialmente en San Pedro, objetivo simbólico donde los terroristas quieren golpear.
'¿Os sentís seguros?â?.
'Sí, la verdad es que sí. No hemos tenido... Síâ?.
'Nos sentimos seguros. Es el tercer día consecutivo que venimos aquí a la basílica y todo tranquiloâ?.
Policía italiana y gendarmería vaticana trabajarán coordinadamente realizando controles en la entrada de la basílica.
La policía también ha aumentado la seguridad en las calles y en lugares clave de la ciudad como dos aeropuertos cercanos a Roma o el metro.
Tras los ataques de París el gobierno italiano elevó el nivel de alerta al número 2, que es el que precede al nivel máximo, y algunos miran de reojo y con preocupación a uno de los posibles objetivos de un atentado: el Papa.
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