El Papa Francisco reflexionó en la homilia de Casa Santa Marta sobre dos peligros que acechan a los creyentes: divinizar aquello que encontramos en la Tierra y creer que todo va a durar para siempre. La única belleza eterna, dice Francisco, es la de Dios.
PAPA FRANCISCO
'Nosotros (los creyentes) no somos gente que mira atrás, que cede, sino personas que vamos siempre hacia adelante. Andar siempre adelante en esta vida, mirando la belleza y con las costumbres que todos tenemos, pero sin divinizarlas. Acabarán...son estas pequeñas bellezas que reflejan la gran belleza, nuestras costumbres para sobrevivir en el canto eterno, en la contemplación de la gloria de Dios.
No hay que mirar atrás, dice Francisco, que recordó como la mujer de Lot se convirtió en una estatua de sal por volver la cabeza.