Francisco culminó su visita a Florencia con una multitudinaria misa en el estadio de la Fiorentina. El Papa y los participantes en la celebración intercambiaron continuas muestras de afecto durante su recorrido en el papamóvil.
En su homilía, el Papa expresó su idea de que la Iglesia debe estar en sintonía con la vida cotidiana de las personas, con sus altibajos. Solo a través de esa conexión, dijo, se puede hablar al corazón y llevar la gente hacia Dios.
FRANCISCO
'Sus experiencias diarias: el trabajo, la familia, los problemas de salud, el tráfico, el colegio, los servicios sanitarios...Es la única forma para abrir su corazón y que escuchen a Diosâ?.
El Papa reflexionó sobre una pregunta de Jesús a sus discípulos: 'Quién decís que soy yo?â? Una pregunta que Jesús planteó, dijo, para establecer un clima de diálogo sincero con sus discípulos.
FRANCISCO
'La verdad de la fe es una verdad que escandaliza porque pide creer en Jesús, que siendo Dios se ha rebajado a la condición de siervo, hasta su muerte en la cruzâ?
Con una actuación impresionante de un coro durante toda la misa, el Papa añadió que la Iglesia debe ir contra la corriente, donde la sociedad intenta reducir a Jesús a un profeta o a un simple profesor sabio.
Para que eso no ocurra, explicó el Papa, se debe nutrir la fe, para que se convierta en madura y personal.
Poco después de la misa, el Papa se despidió de todos los representantes civiles y religiosos de la ciudad. Entre gritos, Francisco montó en un helicóptero para regresar al Vaticano.
KLH/IPC
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