Después de su encuentro con los obispos italianos en la catedral de Florencia, el Papa almorzó en un comedor de Cáritas. Estuvo acompañado por varias personas que atienden esta organización eclesial.
'Si me permite, un pequeño gesto. Todos los días almuerzan gratuitamente las personas que vienen. Cada uno tiene su tarjetita. Le damos una a nuestro cardenal y le damos una a usted. Entonces; usted se registra y puede entrar. Así sabemos quiénes están comiendo aquí. Encontrará a 60 personas, unos 30 italianos y el resto de otros 15 países: Sri Lanka, Filipinas, Rumanía, Ucrania, Perúâ?.
El Papa fue recibido en el comedor entre aplausos y grandes muestras de afecto. Uno de los presentes le regaló un chullo, el tradicional gorro peruano. Pero la que se ganó el cariño de la gente fue esta anciana por su sencillez y su regalo.
'Esta es para tiâ?.
No es la primera vez que en una de sus visitas el Papa se va a almorzar al comedor de Cáritas. Y como tantas otras veces, comió con ellos en privado antes de salir al terreno de juego de un campo de fútbol, el de la Fiorentina, para presidir la misa con la que iba a poner punto final a su visita relámpago a Florencia.
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