Se trataba de una promesa que el Papa quería cumplir desde hacía tiempo: bautizar al hijo de su amigo Sergio, el humilde dirigente cartonero de Buenos Aires.
SERGIO SÁNCHEZ
Presidente, Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores
'Para los cartoneros es un orgullo, yo más orgulloso que todos. Poder estar acá, que él pueda bautizar a nuestro hijo para nosotros es una alegría bárbara'
JACQUELINE
Compañera de Sergio
'Esta es la primera vez que yo vengo a Roma, la primera vez que lo veo al Papa, que estuve en persona, fue una emoción inmensa... Lloré de la alegría, bautizó a mi hijo me siento más que feliz no sé no tengo palabras....
Francisco intentó bautizarlo en Bolivia, cuando ambos coincidieron en el II Encuentro Mundial de Movimientos Populares. Sin embargo la intensa agenda obligó a aplazarlo hasta ahora y en el Vaticano.
Para llegar hasta allí, Sergio y Jacquie, hicieron 27 horas de viaje 'low cost' desde Argentina a Roma. Una travesía que han podido realizar gracias a los donativos de particulares y a la caridad de estas religiosas que les han acogido en el convento de Santa Cecilia.
No están casados pero Francisco no quiso dejar pasar la ocasión de bautizar al hijo de un amigo. Cuando era arzobispo en Buenos Aires el actual Papa era uno de los principales apoyos de movimientos de trabajadores humildes como los cartoneros.