El Vaticano tiene su propio ejército...
Su idioma oficial, el latín...
Su característica bandera bicolor, blanca y amarilla y por supuesto, como Estado, también tiene su territorio y sus propias leyes.
Por tanto, no es extraño que la Santa Sede tenga también su propio himno.
Se trata del himno pontificio y se interpreta en las grandes y solemnes ocasiones como la elección de un Papa o para recibir al Papa en los viajes oficiales.
Fue compuesto en el año 1869 por el músico francés Charles Gounod, en homenaje a Pío IX. El Vaticano lo adoptó como himno en 1949, bajo el pontificado de Pío XII y a lo largo de los años ha sufrido modificaciones.
La letra original fue escrita en italiano por Antonio Allegra que en aquel momento era el organista de la basílica de San Pedro y ha sido traducida en varios idiomas, la última de ellas en latín, en 1999.
Una de sus frases más célebres es la de 'la fuerza y el terror no prevalecerán, la verdad y el amor reinarán'.
La Santa Sede explica que la particularidad de este himno es que no está ligado a una nación, sino al pontífice.
Año tras año, ceremonia tras ceremonia, papa tras papa, esta música no ha dejado de oirse en las grandes ceremonias del centro de la cristiandad.