A pesar de que amenazaba tormenta en Roma, el Papa celebró al aire libre su audiencia general. Como de costumbre, comenzó con un recorrido en papamóvil para bendecir de cerca a los peregrinos.
Luego, en la catequesis conmemoró los 50 años de la importante declaración 'Nostra Aetateâ?. Con este documento, el Concilio Vaticano II elogió a las demás religiones y abrió el camino para el diálogo interreligioso, algo hasta entonces impensable. Por eso, asistieron musulmanes, judíos y representantes de otras religiones. .
FRANCISCO
'El mundo nos pide respuestas eficaces sobre numerosos temas: la paz, el hambre, la miseria que afecta a millones de personas, la crisis ambiental, la violencia, especialmente la que se comete en nombre de la religiónâ?.
El Papa pidió que no se caiga en la tentación de estereotipar a las demás religiones, y que se debe aceptar la diversidad y centrarse en lo positivo. Dijo que esto incluye a los que no profesan ninguna religión.
FRANCISCO
'En los ámbitos en los que lo más importante es la compasión pueden trabajar con nosotros muchas personas que no se sienten creyentes o que están buscando a Dios y la verdad. Son personas que se centran en los demás, en particular en el rostro del hermano y la hermana necesitadaâ?.
Hacia el final, el Papa pidió a todos que rezaran juntos en silencio, haciendo honor a la propia religión.
FRANCISCO
'Invito a todos, a cada persona, a rezar en silencio. Cada uno según su tradición religiosa. Pidamos al Señor que nos haga más hermanos entre nosotros, y más siervos de nuestros hermanos y hermanas necesitados. Vamos a rezar en silencioâ?.
El Papa dijo que en el próximo Jubileo de la Misericordia que comienza en diciembre espera impulsar también la colaboración interreligiosa, a través de la caridad.
KLH/JMB
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