El Sínodo de la familia se clausuró con una misa en la basílica de San Pedro presidida por el Papa Francisco.
En ella estuvieron presentes los más de 300 participantes del Sínodo. El Papa agradeció su trabajo y les advirtió contra el peligro de 'programar la feâ?; es decir, de caminar por un camino preestablecido que no escucha ni admite otros puntos de vista.
FRANCISCO
'Sabemos dónde ir y cuánto tiempo invertir; todos deben respetar nuestros ritmos y cualquier inconveniente nos molesta. Nos arriesgamos a ser como esos 'muchosâ? del Evangelio que pierden la pacienciaâ?.
El Papa también destacó la necesidad de huir de lo que él definió una 'espiritualidad de la ilusiónâ?, que no está basada en la realidad sino en la realidad que a uno le gustaría que existiese.
FRANCISCO
'Podemos caminar a través de los desiertos de la humanidad sin ver lo que realmente hay , sino lo que querríamos ver; somos capaces de construir visiones del mundo, pero sin aceptar lo que el Señor nos pone ante los ojosâ?.
Después de la misa Francisco retomó el tema del sínodo durante el rezo del íngelus desde la ventana de los Apartamentos Papales.
FRANCISCO
'Ha sido cansado pero ha sido un verdadero don de Dios que traerá seguramente mucho frutoâ?.
Reflexionó sobre las lecturas del día y el Sínodo, subrayando la necesidad de caminar junto a las familias, y en concreto, las familias de los refugiados que huyen de la violencia y la persecución.
KLH/JRB
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