Es el momento en el que la Madre María de la Purísima fue elevada a los altares como santa. Pero para Olga Salvat, esta mujer es algo más que un modelo de santidad. Es su propia tía.
OLGA SALVAT
Sobrina Madre María de la Purísima
'Es que ha estado en casa. Si es que nuestra abuela la ha enseñado a rezar. Es que ha estado por los mismos pasillos por los que hemos estado nosotros'.
La Madre María de la Purísima de la Cruz fue, hasta hace 17 años, superiora de la Compañía de la Cruz, una Orden religiosa dedicada a los más pobres entre los pobres, como explicó el Papa en la ceremonia de canonización.
FRANCISCO
'Santa María de la Purísima vivió personalmente con gran humildad el servicio a los últimos, con una dedicación particular hacia los hijos de los pobres y enfermosâ?.
Olga habla de su tía como una mujer de sonrisa permanente, preocupada tanto por su familia, como por las personas que atendía con gran ternura. Una vida entregada a Dios con un mensaje sencillo pero profundo.
OLGA SALVAT
Sobrina Madre María de la Purísima
'Ella era muy sencilla, representa la santidad de lo cotidiano. Nosotros no somos Hermanas de la Cruz pero en nuestra propia vida nos está diciendo que seamos buenos, que podemos ser santos. Se lo dice al mundo entero y, claro, ¡cómo no nos lo va a decir a sus sobrinos en este caso!'.
La Madre María de la Purísima fue directora de varios centros educativos de la Orden en los que, según cuentan, incluso limpiaba los suelos para dar ejemplo de servicio. Su humildad sorprendía a muchas personas.
OLGA SALVAT
Sobrina Madre María de la Purísima
'Entró y le preguntó: 'Por favor, ¿la madre general?' Y ella levantó la cabeza y dijo: 'Soy yo'. Y se quedó impresionado por cómo la madre general estaba limpiando el suelo. Y es que ella era así. Ella destacaba por no querer destacar'.
Cientos de peregrinos de Argentina y de Italia y miles desde España viajaron hasta Roma para asistir a la canonización de la Madre María de la Purísima de la Cruz, una santa de lo cotidiano, discreta, amable y alegre.