Mientras conversaban con las misioneras, jugaban a las cartas o leían una revista, llegó un invitado muy especial.
'Gracias Santo Padreâ?.
'Bienvenidoâ?.
El Papa visitó el albergue para personas sin hogar que abrió el Vaticano hace unos días. El limosnero papal le explicó algunos detalles del centro.
'Santidad. Antes estaban bajo la columnata, dormían bajo mil estrellas. Ahora hay dos estrellas en este albergueâ?.
Monseñor Krajewski contó al Papa que hay 34 camas y que cada persona puede quedarse como máximo un mes en el albergue.
'Es un mes de respiro, para pensar un poco, para estar bienâ?.
El Papa saludó cariñosamente a estos primeros usuarios.
'Gracias a vosotros por aceptar esta casa, esta nuestra casa que tenéis gracias a la generosidad de los padres jesuitas que la han donadoâ?.
Precisamente el superior general de los jesuitas, el padre Adolfo Nicolás, acompañó al Papa durante la visita al centro. Le mostraron las camas y los armarios.
'Muchas graciasâ?.
'Gracias a usted, Santidadâ?.
'Gracias a vosotros y rezad por míâ?.
'Siempreâ?.
'El Señor os bendigaâ?.
Antes de marcharse, Francisco se despidió uno por uno de ellos entre bromas y sonrisas y les deseó que pasaran una buena noche.
'Buenas noches y que descanséisâ?.
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