Una de las cuestiones que se afronta en esta etapa final del Sínodo es la de si los católicos divorciados que se han casado civilmente pueden hacer la comunión en algunas circunstancias extraordinarias.
MONS. STANISLAW GADECKI
Obispo de Poznan (Polonia)
'No es un tema fácil, pero no hay miedo en el ambiente porque creemos en el Espíritu Santo y en la guía del Papa Franciscoâ?.
El Papa ha pedido a los obispos que intervengan libremente y sin miedo al respecto. Por eso mismo hay tanta variedad de opiniones.
Algunos sostienen que permitir que los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente reciban la Comunión es una falsa caridad que va contra la doctrina.
MONS. STANISLAW GADECKI
Obispo de Poznan (Polonia)
'En la Conferencia Episcopal de Polonia la cuestión está clara. Siempre hemos preferido afrontarlo desde la perspectiva de la nulidad matrimonialâ?.
Quienes proponen lo contrario hablan de un posible 'itinerario penitencialâ? parecido al catecumenado, como un medio de reconciliarse y poder recibir la Comunión.
El problema va más allá de si se puede hacer la Comunión. Se trata de buscar cómo ayudar a personas en esas situaciones tan delicadas.
ARZ. CARLOS AGUIAR RETES
Arzobispo de Tlalnepantla (México)
'Porque si se trata de una situación en la que ha fallado el primer matrimonio, en todo caso, lo primero que hay que hacer es buscar las causas de por qué pasó.â?
El llamado 'itinerario penitencialâ? incluiría un profundo examen de conciencia y una reflexión de cómo el divorcio ha herido a otras personas, como la pareja o los hijos.
Está en juego también la transmisión de la fe a los hijos cuando el matrimonio anterior no es nulo, y por lo tanto los padres no pueden recibir la comunión.
El Sínodo de la Familia concluirá el 25 de octubre. La cuestión de los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente, y si se les debe permitir recibir la Comunión ya se debatió el año pasado. Ahora, en la segunda fase, podría resolverse de un modo que respete las características del sacramento.
KLH/JMB
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